¡Si las iglesias callan…


La semana pasada hice referencia a un taller que se iba a llevar a cabo (se llevó) sobre “cómo prevenir la homosexualidad” en la Iglesia de Cristo, a la cual pertenezco. El texto que publiqué en Facebook (y en este blog) lo había enviado por mail a todos los líderes del Movimiento de Restauración en España, incluidos los de dicha iglesia local. Sabía la trascendencia que iba a tener el envío por mail: ninguna. Por eso lo publiqué en Facebook. Quizás fue un error…, o no. El caso es que en Facebook la nota hizo daño a algún@s. Incluso se arremetió contra mí más o menos tímidamente de tres maneras: primero, por eso, por publicar tal nota en dicha red social; segundo, porque había “dividido” a la iglesia; y, tercero, porque mi información no era veraz.

Ciertamente tengo a día de hoy algunas dudas si Facebook fue el medio adecuado de publicar tal nota (al fin y al cabo era una cuestión interna de la iglesia, ¡pero se ocultan tantas cosas denunciables por ese pudor!). El tiempo me lo dirá si fue un error. En cuanto a “dividir” a la iglesia, quien lo dijo sabe muy poco (poquísimo) de mí, precisamente porque nunca he soltado prenda a nivel personal y mucho menos creando grupitos alrededor mío (ocho años de silencio absoluto en el último banco de la iglesia después de haber dimitido como predicador creo que habla de mi afición a dividir la iglesia). En cuanto a la veracidad de mi información sobre el contenido del taller y el substrato que lo inspiró queda suficientemente explícito en el título: “Cómo prevenir la homosexualidad”. Obviamente, no voy a extenderme aquí en explicar las implicaciones que tiene el título. El lector agudo alcanza llegar hasta allí. Y si este es el sustrato que inspiró dicho taller, ¿qué podemos inferir de los mensajes que se proclaman un domingo sí y otro también y las consecuencias pastorales que se derivan respecto a la homosexualidad y a las personas homosexuales mismas? No hace falta decir directamente a las personas con esta orientación sexual que sobran en la “comunión de los santos”, ell@ mism@s se marchan porque se sienten explícitamente excluidos por dichos mensajes…¡son homosexuales, no tontos!

Moraleja: si las iglesias (el rebaño) callan, las redes sociales clamarán.

Emilio Lospitao

Cómo prevenir la homosexualidad


El título de la actividad que se llevará a cabo el próximo sábado día 23 de mayo (del año 2015) a las 17:30 h., en la Iglesia de Cristo en la calle Teruel 25 de Madrid, según el Boletín interno ATRIO nº 1740, me pone los pelos de punta. Por las siguientes razones:

1. Por la supina ignorancia del(os) promotor(es) de este taller/presentación, que se supone que es la junta de gobierno de la iglesia (Junta de Ancianos), aunque sospecho que la idea parte del líder de la comunidad.

2. Este(os) promotor(es) parece(n) ignorar que: a) la orientación sexual homosexual no es ninguna enfermedad, ni física ni psicológica; b) no se contrae ni se adquiere por alguna supuesta experiencia traumática en el hogar debido a la educación o el carácter de los padres; c) por lo tanto, no se puede prevenir con cuidados especiales de parte de los progenitores o tutores.

Ignora(n) también este(os) promotor(es) que la OMS hace décadas quitó de la lista de enfermedades psicológicas la orientación sexual homosexual, y que, por lo tanto, incluso puede estar penado por la ley sugerir alguna supuesta “prevención de la homosexualidad”.

3. Éxodo Internacional (Exodus International), una organización dedicada a la “restauración” de las personas homosexuales, clausuró su actividad el año pasado después de 35 años, con una declaración de sus máximos dirigentes (supuestos ex/homosexuales) pidiendo perdón a las personas defraudadas por las expectativas que habían puesto en sus promesas de “curación”. Se dieron cuenta, aunque tarde, que las personas homosexuales “convertidas” a heterosexuales que contrajeron matrimonio “heterosexual” terminaron en fracaso y algunos se suicidaron.

4. Los grupos y dirigentes “evangélicos” que se empeñan, primero, a considerar la orientación sexual homosexual como un trastorno psicológico adquirido (ver #2); y, segundo, como un pecado que deben abandonar so pena de estar desagradando a Dios, no tienen otro fundamento que sus prejuicios sobre la sexualidad en general, y la homosexualidad en particular, y sus sentimientos homófobos. Es decir, el miedo hacia lo que no conocen.

5. Como resultado de esta ignorancia respecto a la etiología de la orientación sexual homosexual, y sus sentimientos homófobos por el miedo a lo que no conocen, es por lo que no han dudado en presentar este proyecto que, según el título del taller, tiene como objetivo que los padres conozcan los mecanismos por los cuales se puede desarrollar la orientación sexual homosexual en sus hijos.

6. Este(os) promotor(es) no han caído en la cuenta (porque su ideología no se lo permite) en el sentimiento de culpa que pondrán sobre los padres que puedan tener hijos o hijas con esta orientación sexual (aunque los padres aun no lo sepan), sin darle otra salida real y eficaz que no sea la aceptación y la ayuda adecuada y evitar así que se sientan culpables, por acción o por omisión, de cómo han educado a sus hijos.

7. Lo único que subyace en esta iniciativa de “prevenir la homosexualidad” es una ideología homofóbica, carente de la más mínima empatía hacia las personas con orientación sexual homosexual y la falta de una auténtica pastoral hacia estas personas y sus familias.

Y, por último, siento profundamente que esta iniciativa se esté llevando a cabo en mi iglesia. Siento que las personas que tienen un cargo de responsabilidad en la misma acepten dicha iniciativa, especialmente quienes ostentan los cargos de Ancianos (cargos de máxima autoridad de gobierno de la iglesia local en las Iglesias de Cristo). Y siento, además, la ausencia de una mínima crítica en el resto del rebaño.

Emilio Lospitao

A votar…


El próximo día 24 de mayo l@s españolit@s de 18 años para arriba podremos hacer uso de nuestro derecho a elegir a nuestros representantes en los órganos de gobierno de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos. La experiencia de la CCAA andaluza nos presagia que algo parecido podría ocurrir en las demás CCAA, incluso en los Ayuntamientos. El partido con mayor número de votos necesitará el apoyo de alguno de los partidos emergentes para gobernar. Que el partido más votado tenga que pactar con otro, incluso de ideología distinta, no es una novedad en la política. En cualquier caso, las presentes elecciones del 24M están condicionadas por varios e importantes factores. En primer lugar, por la fragmentación social producida por la crisis económica, en la que las clases medias y bajas están siendo las más perjudicadas (¡los ricos son más ricos!). En segundo lugar, por los recortes en áreas tan sensibles como la sanidad, la educación, la asistencia social, el desempleo, etc., que han mermado considerablemente el Estado del Bienestar. En tercer lugar, y el más notorio (por la alarma social que produce), la corrupción de algunos (demasiados) políticos y empresarios, que ha quedado demostrado que venía produciéndose desde hace décadas.

¿Qué harían hoy en estas condiciones socio-políticas
los profetas Oseas y Amós, por ejemplo?

Afirmar qué harían estos profetas del antiguo Israel hoy, es una especulación. Lo que sí podemos decir es LO QUE hicieron en situaciones problemáticas socio-políticas de su tiempo. Y en la praxis de estos profetas se fundamenta el término “profético” relacionado con el mensaje y la actitud de la Iglesia en cualquier período de la Historia. Las Iglesias en general –salvo raras excepciones–, ante estas situaciones socio-políticas, suelen mirar para otro lado. O mejor dicho, suelen mirarse el ombligo. La cosmovisión de estas Iglesias –salvo esas excepciones– es que ellas “no son de este mundo”, por eso gastan sus energías en “alimentarse espiritualmente” en el interior de sus templos, alabando, orando y proclamando mensajes apocalípticos contra “el mundo”. Esta es la parte que se ve (basta visitar sus templos), pero la que no se ve (pero muy efectiva), y de la que son cautivos los más ingenuos, tiene una dimensión política perversa, porque induce a apoyar a sistemas facistoides por el simple hecho de que estos se presentan como defensores de la “vida” y de la “moral” cristiana. Quizás el dicho es verdadero: Los pueblos tienen los gobernantes que merecen. No estamos seguros que no sea así también en las iglesias.

Emilio Lospitao

II Jornadas, una explicación


Sobre las II Jornadas sobre Fe, Orientación sexual e Identidad de género.

UNA EXPLICACIÓN NECESARIA

Medios como El Confidencial, Diario Vasco, Agencia EFE, Religión Digital… se hicieron eco de las II Jornadas sobre Fe, Orientación sexual e Identidad de género. Lo trataron estrictamente como una noticia más desde un punto de vista periodístico. Como lo hace cualquier medio con sentido profesional. No se pide más, pero tampoco menos.

Siento que Protestante Digital, un periódico digital de gran prestigio y mundialmente conocido, no haya estado a la altura de esa mínima profesionalidad periodística. Aunque no comulgue con las tesis LGTB, muy respetable por otro lado, al menos ha podido “morderse la lengua” y tratar la noticia con la misma profesionalidad que lo han hecho los demás medios.

En primer lugar –distanciándose de los medios citados– Protestante Digital ningunea las Jornadas en el titular de su artículo, no respetando el título oficial de la misma, tal como figura en su cartel publicitario y en su programa. Aunque lo hace después en el cuerpo del artículo.

En segundo lugar, cubre la información de las Jornadas con lo que dijeron que otros habían dicho sobre las mismas (además de la ofrecida en el programa de las Jornadas respecto a los ponentes y sus curriculum). Con lo fácil que hubiera sido enviar a un reportero idóneo y versado en la temática de las Jornadas para informar de primera mano. Que yo sepa, ningún periodista de Protestante Digital estuvo presente durante las Jornadas para entrevistar a alguno de los organizadores o ponentes. Ni siquiera la fotografía que ilustra el artículo pertenece a las Jornadas.

En tercer lugar (y precisamente por la ausencia de un reportero idóneo), Protestante Digital va más allá de lo que realmente se expuso en dichas Jornadas. En la ponencia del Dr Lings, la más puesta en la diana de las críticas, una de las personas presente durante el coloquio, interpeló al ponente de que no hubiera expuesto claramente que Rut y Noemí habrían mantenido relaciones sexuales (como se supone que, según la temática de las Jornadas, debería haber dicho). Porque, en efecto, el ponente no dijo en ningún momento que la relación entre Rut y Noemí fuera de carácter sexual. Durante el coloquio, cuando explicó el término “unir” en el AT, dijo que aunque en algunos casos el resultado obvio resulta en la generación, en principio es un término “jurídico” que no implica la relación sexual, pero sí una relación profundamente homoafectiva, como fue la relación entre Rut y Noemí.

En una conversación privada entre el ponente y quien escribe estas notas reconoció que la expresión más adecuada en castellano hubiera sido “homoafectiva”. El problema que tiene el colectivo que se opone a la homoerótica (relación afectiva, amorosa y sexual entre personas del mismo sexo) es que en dicha relación ven solo y exclusivamente el sexo genital (¡dicho colectivo sabrá por qué!).

En cuarto y último lugar, las distintas interpretaciones que se hacen de los textos bíblicos, obviamente es una cuestión de hermenéutica. El fundamentalismo en general tiende a interpretar el texto bíblico literalmente y desde nuestras categorías, sin profundizar en el contexto vital en que se afirman o se niegan las cosas, en este caso las relaciones sexuales entre varones (El AT no dice nada de las relaciones sexuales entre mujeres). Otros, entre los que me encuentro, creen que sin el contexto en el que se dicen las cosas, dogmatizar sobre ellas es solo un pretexto. Sobre este contexto, publicaremos en uno de los Suplementos de la revista Renovación la ponencia del profesor de Teología Sistemática del SEUT, Juan Sánchez, autor de una de las ponencias ofrecidas en estas II Jornadas sobre Fe, Orientación sexual e Identidad de género.

Emilio Lospitao