Síntesis de los precedentes de la revista Renovación


Una aclaración preliminar: el plural “nos” redaccional es simple cortesía, salvo cuando la primera persona sea necesaria para claridad del enunciado; la empresa ha sido un trabajo esencialmente personal. 

Boletín digital sobre la restauración de la Iglesia de Cristo

Sus antecedentes fueron, primeramente, un boletín con un solo artículo, apologético, dirigido a los “predicadores” de las Iglesias de Cristo del Movimiento de Restauración (idcMR), a cuyo Movimiento me incorporé en los años 70 tras mi paso de la indiferencia religiosa a la fe. 

Dicho boletín, que comenzó en el mes de noviembre del año 2003, lo encabezaba el título “Boletín digital sobre la restauración de la Iglesia de Cristo”. Esto ocurría nueve años después de dimitir de mis responsabilidades pastorales y docentes en la Iglesia de Cristo en Madrid. Dicho boletín se enviaba al directorio de las idcMR de España. Como boletín sumó 36 ediciones (del 0 al 35), pero en el número 31 le pusimos nombre:¡Restauromanía?; así, abriendo con un signo de admiración y cerrando con otro de interrogación, por modestia. 

¡Restauromanía? 2ª Época

En enero de 2010, el mes de mi jubilación, después de un silencio de casi dos años –de febrero de 2008 a diciembre de 2009–, reanudamos el boletín con aspiración de constituirse en una revista. Concluimos esta segunda época con el número 32 en agosto de 2012. 

Restauromanía 3ª Época

En la tercera época –de septiembre de 2012 a agosto de 2013–, que sumaron 12 números, decidimos quitar los signos: ¡la “manía” por la restauración era un hecho! Le dimos categoría de revista, aun cuando a algunos “Predicadores” de las idcMR les gustaban seguir llamándolo “boletín”. En total, los números de Restauromanía, contando las tres épocas, sumaron 80 números. 

No hace falta explicar que el título Restauromanía, con signos o sin ellos, era una crítica al movimiento llamado de “restauración”. Puesto que la ideología del Movimiento partía de la convicción de que solo dicho Movimiento constituía la verdadera y única “iglesia de Cristo” restaurada a sus puros principios, eso significaba que las demás “Iglesias” eran simples “denominaciones”. De hecho así las llamábamos para referirnos a ellas: las denominaciones, de forma despectiva. Nosotros, los de las “Iglesias de Cristo” éramos los únicos cristianos restaurados. Esto nos creó muchos problemas con los líderes de las otras Iglesias, al menos en España. 

En las Iglesias de Cristo del Movimiento de Restauración no existe la figura del “Pastor” en singular, sino de Ancianos, en plural. No obstante, al menos en España, la figura más significativa es la del Predicador (que puede ser a la vez Anciano), que se encarga de la predicación y la docencia en la iglesia; pero dejémoslo aquí. El propósito de “Restauromanía” fue motivar a los “Predicadores” a revisar los principios del Movimiento y, de paso, a investigar todo lo relacionado con el cristianismo desde las diversas disciplinas que exige el quehacer teológico como tal. Pero en el hecho de pensar y hacer pensar no veían ninguna “edificación”; al contrario, se miró con muchas sospechas. El resultado de esta iniciativa, salvo alguna excepción, nos llevó al ostracismo involuntario.

Renovación

Durante el proceso evolutivo literario de Restauromanía –de boletín a revista– se fueron incorporando colaboradores a la edición. Así pues, creímos que era hora de jubilar a “Restauromanía” y comenzar una nueva publicación, que llamamos Renovación. Era el título que mejor definía el espíritu de la revista. También, dirigir la publicación a un ámbito más amplio sin la estrechez editorial que había condicionado a Restauromanía.

Renovación quiso ser siempre una publicación plural, tanto en las colaboraciones directas como las indirectas. No nos importó el sexo, la ideología, la teología…  de sus autores. Nos bastaba que sus escritos estuvieran documentados, tuvieran algo que decir y lo dijeran bien desde el punto de vista del buen escribir. Por lo tanto, dimos voz a quienes eran vetados en otras publicaciones por disentir de la ortodoxia de casa. Renovación quiso ser libre y ofrecer un espacio de libertad. Pero, igualmente, teníamos una idea muy clara: no publicaríamos nada que atentara contra la dignidad de las personas por cuestión de creencias, sexo, género, etc., especialmente disertaciones homófobas, xenófobas y otras de este estilo. 

Queremos creer que las notas de adhesión que recibimos esporádicamente, directa o indirectamente, de la revista, haya sido solo la punta del iceberg. Normalmente, en esta era digital, consumimos mucha literatura en forma de artículos, revistas, incluso libros, sin que nos obligue a enviar una nota al editor o al autor de dicha literatura. Nos motivó mucho, no obstante, cuando oímos de a dónde llegaba y era leída la revista. Y porque éramos conscientes de esta dinámica del silencio, la motivación permaneció intacta.

En total, desde el comienzo de aquel boletín inicial (noviembre de 2003), hasta este último número de Renovación, han pasado 18 años; en el transcurso de este tiempo hemos publicado 180 ediciones entre Restauromanía y Renovación

Un Blog como testimonio 

Todos los números editados de Renovación están disponibles en este blog así como otras publicaciones, de forma totalmente gratuitas y en formato pdf. Aquí quedarán como testimonio de nuestro trabajo editorial… hasta que WordPress cambie de políticas. 

Emilio Lospitao

Editor