El fundamentalismo fraudulento


Están ahí, los vemos en el vasto universo de las redes sociales (especialmente en Youtube donde tienen sus propios canales de difusión). Aun en estos medios de comunicación masiva no se intimidan, al contrario, ponen todo su empeño en manifestar su histriónica excentricidad. Tienen su público y saben lo que este quiere… porque antes lo han adoctrinado. Su principal e inicial verborrea gira en torno a sí mismos, con historietas donde ellos fueron los protagonistas (¡por supuesto!), en la que “oyeron” la voz del Espíritu Santo para finalidades tan cotidianas y vulgares como qué clase de automóvil debían comprarse, cancelar un viaje o realizar una llamada telefónica. Recordamos el testimonio de un pastor evangélico muy conocido en España, hace algunos años, en el que afirmaba que cuando él y su esposa regresaron a casa se encontraron el estofado ya cocinado (tuvieron que salir apresurados sin poder la mujer cocinarlo antes): ¡Dios les había cocinado el estofado!

Otra parte fundamental de la performance son los milagros de sanidad. El showman anuncia la sanidad que se producirá en unos instantes para lo cual invita a que pasen adelante todos cuantos sufran de alguna dolencia (“enfermedades” no diagnosticadas). Siempre sanan aquellas personas que “sufren” alguna patología psicosomática, que después de la sesión de exorcismo afirman estar curadas (y quizás lo estén). Por supuesto los parapléjicos regresan a sus asientos en las mismas condiciones que lo dejaron.

Una tercera parte del show, de cualquier show de estas características, siempre tiene que ver con el dinero, ¡siempre! En este punto el descaro, obsceno, no tiene límites. El protagonista se permite “exigir” un número determinado de sobres con una cantidad específica de dinero dentro de ellos, 50, 100 o 200 dólares (Euros si es en Europa). ¡Y no falla: logran reunir esa cantidad de dinero proviniente de los feligreses presentes, es una ofrenda para Dios, que lo devolverá con creces de varias maneras! En este tipo de reuniones, sin excepción, siempre se pide dinero. Y los feligreses siempre donan dinero, lo que puedan, lo que tengan, y, a veces, más de lo que realmente pueden…¡pero es para Dios!

Este fenómeno religioso está produciéndose en todo el mundo evangélico ahora mismo, particularmente en las Américas, pero más en la América del Sur, donde en algunos países este movimiento religioso pseudocristiano ya supone casi el 30% de la población. Algunos de sus líderes son inmensamente ricos, con Jet privado incluso, y sus templos no envidian a las catedrales de la vieja Europa. En España les cuesta introducirse de la manera que lo hace en los países hispanoamericanos porque los europeos, quizás, leen más a Platón. No obstante, TV TBN ESPAÑA intenta emular estos despropósitos. En Youtube se pueden visualizar shows que evidencian esta realidad.

En cualquier caso, nos preguntamos: ¿Qué tiene que ver esa experiencia religiosa, en la que convive el oportunismo, el abuso y el engaño, con Jesús de Nazaret y con el “reinado de Dios” que él predicaba? ¡Absolutamente nada! Y nos extraña mucho que los demás movimientos religiosos se mantengan en una silenciosa connivencia con tal aberración. Quizás el llamado “ateísmo” sea un refugio donde protegerse de tanta depredación y fraude religioso.

Emilio Lospitao

Autor: elospitao

Inquietud intelectual desde niño