Capernaum, centro de operaciones – Mat. 4:12 sig


Capernaum («aldea del consuelo») fue habitada desde la época helenística y estaba situada en la ribera noroeste del lago Genesaret (Mar de Galilea), a unos 4 km de la desembocadura del Jordán en el citado lago. Capernaum fue la ciudad de Jesús; Mateo dice resueltamente que Jesús «dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum» (Mateo 4:13; ver 9:1). Aquí realizó tantos milagros que Jesús selló aquella frase de: «porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy» (Mateo 11:23). 

¿Por qué eligió Jesús Capernaum y no Jerusalén? Entre diversas probabilidades podemos destacar tres: 

Primera, un alejamiento deliberado del centro religioso judío. En Jerusalén Jesús hubiera encontrado muchos obstáculos a su ministerio, originados por los líderes religiosos. De hecho, en Jerusalén sólo encontró oposición y disputas con ellos cuando asistía a las fiestas (ver Juan 2:13 sig.; 5; 7-8; 10:22 sig. y 11). Por otro lado, Jerusalén era el lugar donde los profetas terminaban siendo mártires (Mateo 23:37; Lucas 13:33). Desde el punto de vista de los Sinópticos, Jesús miraba a Jerusalén como la conclusión de su ministerio (Marcos 10:33-34). De ahí, esa frase lapidaria de Lucas: «cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén» (Lucas 9:51).

Segunda, una aproximación deliberada hacia las gentes más marginadas y pobres de Palestina. Los galileos fueron sistemáticamente subestimados por los de Judea desde la división del reino y particularmente desde la cautividad asiria (Isaías 9:1-2; Mateo 4:12-17; Lucas 13:2; Juan 7:41, 52; etc.). Galilea era también donde más gente rural había, y sus gentes vivían de manera muy precaria (Juan 6:5, 26). Jesús apostó por «los pobres y los quebrantados de corazón» (Lucas 4:16-19).

Tercera, el lugar más idóneo para desarrollar el ministerio que Jesús pensaba llevar a cabo. También, quizás, porque la mayoría de sus discípulos residían en las proximidades del lago: Pedro, Andrés y Felipe eran originarios de Betsaida, pero residían en Capernaum (Juan 1:44; Marcos 1:16).; Natanael era de Caná de Galilea (Juan 21:2); Juan, Jacobo y Mateo, de Capernaum (Marcos 1:19-20; Mateo 9:1, 9).  El único que no era galileo fue Judas iscariote (ver Hechos 2:7). 

Galilea era también el lugar idóneo para apartarse a lugares solitarios, en las verdes campiñas del noroeste de la región, donde Jesús se retiró repetidas veces con sus discípulos para descansar: proximidades de Betsaida (Lucas 9:10), al norte en Tiro y Sidón (Mateo 15:21) y en la región de Cesarea de Filipos, entre el lago y el monte Hermón (Marcos 8:27). 

Emilio Lospitao

Autor: elospitao

Inquietud intelectual desde niño